«Cardillo», «Cardillo de comer», «Cardo de olla», «Cardo lechal», «Cardo zafranero» o «Tagarnina», en castellano, o «Cardo dourado» en gallego, son algunos de los muchos nombres comunes de Scolymus hispanicus L., especie que pertenece a la familia de las Compositae (alternativamente familia Asteraceae, como sinónimo, según el sistema de clasificación APG III de 2009). Es nativa del Mediterráneo y del centro de la Europa, llegando hacia el N hasta el NW de Francia y hacia el W hasta el mar Caspio. Además ha sido introducida en el W y SW de Asia, en Norteamérica, Sudamérica y Australia. En la Península Ibérica se distribuye de manera desigual, faltando o casi en el N y abundando en el centro y en el S. En Galicia la podemos encontrar en las provincias de A Coruña y -principalmente- en la de Pontevedra.
Es una planta perenne de vida corta (unos pocos años) o de ciclo bienal. Se agosta cada verano y permanece bajo la superficie del suelo en forma de yema, envuelta en los restos de las bases de las hojas del año anterior. Tras el paso del invierno, emerge de la tierra una roseta de hojas más o menos aplicadas al suelo y protegidas por espinas. Al final de la primavera sacará unos tallos de 20-250 cm de altura, erectos o en ocasiones decumbentes, por lo común ramificados desde la base, a veces simples. El tallo y las ramas son más o menos pelosos, están discretamente estriados longitudinalmente y están recorridos por unas alas irregularmente espinosas y dentadas, algo discontinuas, excepto la base de tallo que es prácticamente inerme. Hojas basales oblanceoladas de 4-20 x 1.5-7 cm, de pinnatisectas a pinnatipartidas, carnosas, con pocas espinas y largamente pecioladas. Hojas caulinares rígidas, de linear-oblongas a ovadas, sinuado-pinnatífidas, espinosas, algo o nada engrosadas en el margen. Hojas superiores pinnatífidas, más irregularmente espinosas. Contiene un látex blanquecino que emana si la planta sufre un corte o fractura.
Las flores se agrupan en inflorescencias tipo capítulo, situadas en las axilas de las hojas y al final de las ramas, con 1-3 brácteas externas (6 en el capítulo terminal de las ramas) tomentosas y espinosas, formando en conjunto y con frecuencia una panícula espiciforme. Dicho capítulo, subsésil y de hasta 5 cm de diámetro, alberga unas 20-40 flores de color amarillo intenso, hermafroditas, todas liguladas. Lígulas de 15-25 mm, algo pelosas en la parte superior del tubo. Brácteas involucrales externas y medias de ovado-lanceoladas a lanceoladas, glabras. Receptáculo profundamente alveolado, cónico-convexo, con escamas o brácteas interseminales (las que aparecen sobre el receptáculo y entre las flores del capítulo) de 4-6 mm, de obtusas a subagudas.
Florece principalmente de mayo a agosto. El fruto es un conjunto de aquenios o cipselas ovoideas de unos 3-5 mm de largo, dorsiventralmente comprimidas, lisas, provistas para su dispersión aérea de un vilano heteromorfo compuesto por una corona corta y 2-5 pelos escábridos. Dichos frutos están envueltos casi totalmente por sus páleas, que son membranosas y lateralmente aladas. Recordemos que es más correcto denominar a los frutos de las Compositae como cipselas, aunque es muy común verlos denominados como aquenios. Estos últimos son frutos que derivan de un ovario supero unicarpelar, mientras que los frutos de las Compositae derivan todos de un ovario infero bicarpelar, que es justamente el tipo de ovario del que proceden de las cipselas.
Flora Graeca, Vol. IX (Londres, 1837)
Johannes Sibthorp et al
Fuente: http://www.biodiversitylibrary.org
Vive en herbazales, en dunas terciarias más o menos alteradas, como ruderal en sembrados, eriales, lindes entre cultivos, solares, corrales, cunetas, etc. Siempre prefiriendo suelos bien soleados, no compactos, con abundancia de nitrógeno y generalmente ácidos. En Galicia no penetra tierra adentro, reduciéndose su presencia a los sistemas dunares, especialmente los que cuentan con un clima más cálido, como los que están -sobre todo- en las Rías Baixas. En todo caso, su rango altitudinal oscila entre el nivel del mar y 1200 m.
Sinónimos y taxones infraespecíficos de Scolymus hispanicus L.:
- Myscolus microcephalus Cass.
- Scolymus aggregatus Ruch.
- Scolymus congestus Lam.
- Scolymus gymnospermus Gaertn.
- Scolymus hispanicus subsp. hispanicus L.
- Scolymus hispanicus subsp. occidentalis F.M Vázquez
- Scolymus hispanicus var. aggregatus (Ruch.) F.M. Vázquez
- Scolymus hispanicus var. aurantiacus Maire
- Scolymus perennis Gérard
- Scolymus theophrasti Bubani
- Scolymus vivax Sauvages ex DC.
Aspectos gastronómicos, etnobotánicos y medicinales de Scolymus hispanicus L.:
- El cardillo es una de las plantas silvestres más apreciadas gastronómicamente en el centro y S de España. También se consume en otros países mediterráneos como Portugal, Marruecos, Francia, Italia, Grecia, Chipre y Turquía. Se puede decir que se consume allí donde crece.
- La raíz, cruda o cocinada, tiene un sabor dulce. La misma raíz, tostada, se emplea como un sucedáneo del café.
- Las hojas jóvenes y los peciolos se pueden emplear en ensaladas.
- Las flores se han usado como saborizante y colorante alimentario a semejanza del azafrán, dando un suave tono amarillo a la misma. Aprovechando esta propiedad se utilizó para adulterar dicho azafrán, muchísimo más caro.
- Como ocurre con otros «cardos» y similares, sus partes tiernas, especialmente el nervio central de sus hojas basales, son comestibles y muy sabrosas en guisos. Por ejemplo, es uno de los ingredientes principales del llamado «potaje de tagarninas», plato muy típico y apreciado en las provincias de Cádiz y Málaga (sur de España).
- Otra preparación típica es hirviendo esos nervios centrales y luego freírlos con un poco de ajo, jamón serrano y huevos revueltos. Pueden incluirse también en arroces, sopas y ensaladas.
- Su uso culinario era un recurso natural especialmente valioso para la gente del campo en épocas de escasez, por su abundancia y facilidad de recolección. Uso que se mantiene hoy en día pero en un plano muy inferior.
- Su jugo o látex se emplea históricamente como cuajo vegetal natural en la elaboración de cuajadas, yogures, quesos y tortas en diversos lugares de España y Portugal.
- La infusión de la raíz con vino o la propia raíz macerada se usaban antaño como desodorante.
- Antiguamente, la partes de la planta no aprovechadas por los humanos servían como forraje verde o seco de burros, cabras, ovejas y cerdos, entre otros animales.
- La planta contiene muchos compuestos biológicamente activos, como las vitaminas A, B, y C, un alto contenido de alfa-tocoferol (vitamina E), flavonoides como la catequina (antioxidante polifenólico), rutina (glucósido con propiedades antiinflamatorias) o el ácido tánico (antioxidante y astringente), y numerosos ácidos fenólicos. Además contiene minerales como el fósforo, el potasio o el calcio.
- Estos compuestos pueden explicar algunas de las propiedades medicinales que se le han atribuido históricamente, como es su gran poder diurético y desintoxicante (especialmente las hojas jóvenes y la raíz). Para ello se tomaba en infusiones, siendo muy útil para personas con retención de líquidos.
- Hay estudios que concluyen que el cardillo mejora la tolerancia a la glucosa, a la hiperlipidemia, y mejora la enfermedad del hígado graso al reducir el estrés oxidativo, la inflamación y la acumulación de lípidos, por lo que se recomienda su incorporación a la dieta o como complemento alimenticio.
- Contiene inulina, una forma natural de carbohidratos que muchas plantas producen como método para almacenar de energía, generalmente en las raíces, tubérculos y rizomas. Con el término inulina se designa a una familia de glúcidos complejos (polisacáridos), compuestos de cadenas moleculares de fructosa.
- Una vez ingerida por el ser humano, la inulina libera sólo una pequeña proporción de fructosa durante la digestión, ya que el organismo humano carece de enzimas específicas para hidrolizarla. Así, una buena parte de la inulina sobrevive a la digestión, entra en el colon y se convierte en alimento para nuestras bacterias intestinales, proporcionando en el proceso muchas menos calorías que otros azúcares y carbohidratos. Por ello está considerada como un prebiótico o una fibra alimentaria, un elemento que propicia tener una flora intestinal sana. Es conocida la fuerte relación que existe entre la ingesta regular de fibra y una buena salud en general.
- NOTA MUY IMPORTANTE: este blog no se hace responsable de los posibles efectos adversos del uso irresponsable de esta planta como medicinal. Lo aquí publicado debe ser tomado como información general y nunca puede sustituir a un médico u otro profesional de la salud. Ante una dolencia, es siempre absolutamente indispensable acudir a ellos lo antes posible para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.