Lupinus angustifolius L.

Lupinus angustifolius L. es una especie que pertenece a la familia de las Fabaceae (=Leguminosae, nom. cons.). Su área de distribución original es la Región Mediterránea: Europa (Portugal, España, Francia., Italia, Grecia, Chipre, antigua Yugoslavia, Bulgaria), N de África (Marruecos, Argelia, Egipto) y Asia (Turquía, Israel, Líbano, Siria). Por su uso tanto ornamental como alimentario se ha cultivado y naturalizado en multitud de lugares del mundo, como el N y el centro de Europa, Sudáfrica, Norteamérica, Perú, Chile, Argentina, India, Australia y Nueva Zelanda, entre otros. En la Península Ibérica es conocida en castellano principalmente como «Altramuz azul» o «Lupino azul», y aparece de manera dispersa por casi todas las provincias, siempre que encuentre las condiciones de suelo adecuadas. También de manera dispersa aparece en las 4 provincias que componen Galicia, en el NW ibérico.

Lupinus angustifolius

Es una planta herbácea anual, pubescente, con un robusto sistema radical que presenta procesos de nodulación (nódulos donde se fija nitrógeno), provocados por una relación simbiótica con bacterias del género Bradyrhizobium. Tallos erectos de hasta 100 cm de altura, de sección circular, más o menos acanalados (sobre todo la parte alta), de color verde claro, glabros o algo pelosos, con pelos patentes de menos de 1 mm, foliosos, muy ramificados ya desde la base o a partir de cierta altura. Hojas alternas, estipuladas, largamente pecioladas, palmaticompuestas, divididas en 5-9 foliolos. Estípulas linear-subuladas de 6-9 mm, adnatas a la base del peciolo. Peciolos de 2-7 cm de largo. Foliolos lineares, linear-oblongos o linear-espatulados de 10-50 x 3-8 mm, con el ápice redondeado, obtuso o truncado, con los bordes enteros, más o menos carnosos, glabros por el haz y pubescentes por el envés.

Lupinus angustifolius

Lupinus angustifolius

Lupinus angustifolius

Las flores, hasta en número de 30, se disponen alternas a lo largo del eje de una inflorescencia tipo racimo de 10-20 cm, terminal, laxa, con brácteas lineares y caducas. Son flores pentámeras, hermafroditas, con pedicelos de 2-4 mm y bracteolas oblongas de alrededor de 1 mm, persistentes, adnatas a la base del cáliz. Cáliz zigomorfo de 7-9 mm, herbáceo, seríceo, bilabiado, con un labio superior hendido en 2 lacinias separadas casi hasta la mitad, y un labio inferior bi o tridentado de longitud casi el doble que el superior. Corola irregular (zigomorfa) con la típica disposición papilionada de las Leguminosae: 5 pétalos libres de los cuales uno, el superior y más llamativo, es grande y ancho (estandarte), otros 2 situados lateralmente, más pequeños y simétricos (alas), y otros 2 inferiores que componen la llamada quilla (o carena). En el caso de L. angustifolius tenemos una corola de un color que va del blanco al azul pasando por el rosa, glabra. Estandarte más o menos orbicular de hasta 16 x 15 mm, erecto, con los márgenes reflejos, atenuado en la base en una uña ancha y poco diferenciada. Alas obovadas de unos 15 x 7 mm, obtusas, soldadas entre ellas en el ápice y con una aurícula bien diferenciada en la base del limbo. Quilla semicurva de hasta 15 mm, falciforme, con los pétalos soldados entre sí en un pico, encerrada por las alas, con una aurícula en la base del limbo. El androceo es monadelfo (todos los filamentos están soldados en un tubo por el que pasa el estilo), con los estambres de las anteras basifijas alternando con los de las anteras dorsifijas, de filamentos cilíndricos o dilatados bajo unas anteras que son glabras. Gineceo monocarpelar, con el ovario sentado, estilo curvo y glabro, y un estigma húmedo (debido a unas largas papilas cubiertas de una gruesa capa mucilaginosa), con un anillo de pelos en la base.

Lupinus angustifolius

Lupinus angustifolius

Lupinus angustifolius

Florece de marzo a agosto en nuestras latitudes. El fruto es una legumbre oblonga de 4-7 x 1-1.2 cm, más o menos comprimida lateralmente, dehiscente, con valvas gruesas, estrechada entre las semillas, de un color que va del amarillento al negro, pasando por el pardo, según el grado de maduración, serícea de joven, hirsuta en la maduración. En su interior, 3-6 semillas globosas de 5-8 x 3-7 mm, a veces aplanadas, blanquecinas o pardas, con la superficie reticulada en pardo oscuro y además manchas pardas puntiformes por toda la superficie.

Lupinus angustifolius

Flora Graeca, Vol. VII (Londres, 1830)
Johannes Sibthorp et al.
Fuente: http://www.biodiversitylibrary.org

En su área nativa, L. angustifolius crece de forma silvestre en campos de suelo más bien arenoso. En general se caracteriza por un fuerte carácter ruderal y arvense, prosperando en cultivos abandonados, eriales, bordes de caminos, matorrales degradados, etc. Prefiere suelos ligeramente ácidos (descarbonatados o casi) o neutros, bien drenados, moderadamente pobres o ligeramente ricos en nitrógeno, soleados aunque soportando cierto grado de sombra. Es incompatible con la presencia de sales. Su rango altitudinal para la Península Ibérica oscila entre el nivel del mar y 1500 m.

Lupinus angustifolius

Lupinus angustifolius

Sinónimos y taxones infraespecíficos de Lupinus angustifolius L.:

  • Lupinus angustifolius subsp. angustifolius L.
  • Lupinus angustifolius subsp. brachystachys Batt. & Trab.
  • Lupinus angustifolius subsp. cryptanthus (Rouy & Foucaud) P. Fourn.
  • Lupinus angustifolius subsp. leucospermus (Boiss. & Reut.) Cout.
  • Lupinus angustifolius subsp. linifolius (J.N. Buek) Arcang.
  • Lupinus angustifolius subsp. reticulatus (Desv.) Arcang.
  • Lupinus angustifolius var. albidus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. albopunctatus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. albosyringeus Taran. ex Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. atabekovae Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. brunneus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. candidus Kuptzov & Kurl.
  • Lupinus angustifolius var. chalybeus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. corylinus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. cryptanthus (Rouy & Foucaud) Fiori & Paol.
  • Lupinus angustifolius var. griseomaculatatus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. linifolius Pau
  • Lupinus angustifolius var. purpureus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. reticulatus (Desv.) Rouy
  • Lupinus angustifolius var. rubidus Kurl. & Stank.
  • Lupinus angustifolius var. sparsiusculus Kurl. & Stank.
  • Lupinus canaliculatus Sweet
  • Lupinus cryptanthus Rouy
  • Lupinus leucospermus Boiss. & Reut.
  • Lupinus linifolius J.N. Buek
  • Lupinus maissuriani Atabek. & Polukhina
  • Lupinus opsianthus Amabekova & Maisuran
  • Lupinus philistaeus Boiss.
  • Lupinus reticulatus Desv.
  • Lupinus reticulatus subsp. linifolius (Roth) Nyman
  • Lupinus semiverticillatus Desr.
  • Lupinus sylvestris Lam.
  • Lupinus varius L.

Lupinus angustifolius

Aspectos agrícolas, gastronómicos, tóxicos y medicinales de Lupinus angustifolius L.:

  • Desde muy antiguo los humanos vienen consumiendo los frutos (altramuces o lupinos) de las especies del género Lupinus con fines alimentarios, con referencias como las del antiguo Egipto y de los mayas que superan los 4000 años.
  • En la actualidad los lupinos se pueden encontrar para consumo humano en forma de grano salmuerado para tomar como aperitivo (Magreb, S de Francia, Portugal, Ecuador, España, Italia, Argentina y Venezuela), bajo la forma de una sémola preparada en galletas, o como ingrediente de alimentos fermentados, pan, pasta, productos lácteos, etc.
    La mayoría de las especies de lupinos posee semillas con un alto contenido de proteínas (35-40% en peso), una buena proporción de fibras (24%), una adecuada cantidad de azúcares (13%), una baja cantidad de lípidos (15%, ácidos grasos insaturados) y minerales (cobalto, fósforo, potasio, hierro, zinc, fósforo, magnesio). También contienen lecitina, ácido fítico, y vitaminas del grupo B y vitamina E, entre otros compuestos.
  • Su altísimo aporte proteico convierte a este fruto en una buena proteína vegetal, alternativa a la carne y a la soja.
    No obstante, un exceso de consumo puede provocar latirismo (intoxicación crónica que afecta principalmente al sistema nervioso), dado que contiene una compleja gama de alcaloides (esparteína, lupinina, lupaina, lupanina y ácido lupínico, entre otros), potencialmente tóxicos y delatados por el sabor ligeramente amargo que tiene esta legumbre. Todas las especies del género contienen una proporción elevada de estos alcaloides, lo que las desaconseja -en principo- para la alimentación.
  • Los Lupinus producen estos alcaloides quinolizidínicos como principal defensa química contra hongos, bacterias, insectos, herbívoros, etc. La mayor concentración de estas sustancias (destacando la lupanina, principal alcaloide) se da en los frutos inmaduros, lo que los hace especialmente nocivos.
  • Estos alcaloides disminuyen enormemente hirviendo la legumbre o dejándola a remojo en agua salada, que son los procedimientos tradicionales de su preparación. Algo muy similar a lo se hace con la yuca (nunca se come cruda por los elementos cianogénicos que contiene).
  • Desde hace décadas se han venido obteniendo variedades con alcaloides muy reducidos. Las variedades destinadas a la alimentación animal son dulces y contienen menos de 0.02% de alcaloides, mientras que las que superan ese porcentaje son amargas. Este amargor es una característica dominante, por eso la semilla que se obtiene sucesivamente de variedades dulces que se fecundan sin intervención humana pierden el dulzor y dejan de ser adecuadas para los animales.
  • De las especies con menores porcentajes de alcaloides destaca Lupinus angustifolius L., conocida como «Lupino australiano» (a pesar de ser originario del Mediterráneo, como vimos), que presenta consistentemente niveles inferiores al 0.05%, lo que permite un uso alimentario seguro.
  • En 2004, precisamente Australia fue el mayor productor mundial de semillas de lupinos, alcanzando a producir 1 millón de toneladas, el 87% del total mundial.
  • En alimentación animal se utiliza la planta entera, semillas incluidas, como forraje o como suplemento proteico en la composición de piensos. Las semillas contienen altos niveles de carbohidratos fermentables y bajos niveles de almidón, lo que resulta muy adecuado para alimentar rumiantes. También son un alimento valioso para los animales monogástricos (omnívoros como humanos, ratas y cerdos, carnívoros como perros y gatos, y herbívoros como caballos y conejos), debido a la alta digestibilidad del nitrógeno del altramuz y al bajo nivel de inhibidores de proteasa (compuestos que interfieren con la capacidad de ciertas encimas para descomponer las proteínas).
Lupinus angustifolius

The British Flower Garden, Volume III (Londres, 1827-1829)
Robert Sweet, E. D. Smith (ilustrador)
Fuente: http://www.biodiversitylibrary.org

  • A pesar de su toxicidad, históricamente se han utilizado los altramuces para tratar diversos trastornos: como antihelmíntico, diurético, depurativo, emenagogo, pectoral, hipoglucemiante o vermífugo.
  • Su aporte de ácidos grasos justificaría su uso para favorecer la salud cardiovascular.
  • Las semillas también llevan fitosteroles o esteroles vegetales, que son moléculas de tipo esteroide que abundan en las semillas de las leguminosas y que inhiben la absorción de colesterol, con un efecto hipocolesterolemiante conocido desde hace décadas.
  • Su gran cantidad de fibra apoyaría su utilización contra el estreñimiento.
  • Como ocurre en muchos casos, hay sustancias tóxicas a las que se les descubren efectos potencialmente beneficiosos, y así ocurre con la esparteína y lupanina. Se ha descrito que la esparteína disminuye la severidad de la conducta convulsiva, así como la actividad epileptiforme. Y lo mismo para la lupanina. No obstante, serían necesarios más estudios para determinar tanto las dosis efectivas como el mecanismo exacto a través del cual estos alcaloides ejercen su efecto anticonvulsivo. Tal conocimiento permitiría añadir otra arma para combatir las crisis epilépticas y el status epilepticus, dolencias siempre necesitadas de fármacos efectivos.
  • Se emplea también en jardines por la belleza de su floración. Crece con gran facilidad y no requiere de cuidados especiales, además sus fuertes raíces pueden ayudar a reducir la compactación del suelo.
  • Una gran ventaja de plantar lupino es su capacidad de fijar el nitrógeno en el suelo (típico de las leguminosas), lo que unido a su bajo requerimiento de nutrientes lo convierte en un excelente fertilizador natural.
  • NOTA MUY IMPORTANTE: este blog no se hace responsable de los posibles efectos adversos del uso irresponsable de esta planta como medicinal. Lo aquí publicado debe ser tomado como información general y nunca puede sustituir a un médico u otro profesional de la salud. Ante una dolencia, es siempre absolutamente indispensable acudir a ellos lo antes posible para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

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